El costo del tratamiento anti arrugas con la toxina botulínica Botox® puede oscilar entre $300 y $1000. Esto se debe a que existen factores diferentes que influyen en el costo sobre todo la cantidad del medicamento que usted necesite dado el estado de su rostro pero también la experiencia y ubicación de su especialista influyen. En Total Wellness and Health le ofrecemos los precios más competitivos de la nación.

El uso de Botox para eliminar, reducir o prevenir las arrugas faciales está aprobado por la Agencia Reguladora de los Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos en tres regiones del rostro: la frente, el entrecejo y las “patas de gallina”. Puede usarse en otras áreas tales como debajo de los ojos, nariz, alrededor de la boca, cuello, pecho y manos pero los resultados en estas áreas no son “tan evidentes” como las inicialmente mencionadas y aprobadas por la FDA.

El Botox comienza su acción a partir del 2-3 día luego de inyectado alcanzando su efecto máximo a los 14 días. En promedio puede durar su efecto, parálisis del músculo tratado, hasta aproximadamente 4 meses. Este periodo podrá variar en dependencia de varios factores y los más importantes según nuestra experiencia son:

• Edad: Las personas jóvenes necesitan menor cantidad y suele durar más el efecto.
• Sexo: Los hombres al poseer músculos más grandes y fuertes necesitan mayor cantidad del medicamento y tiende a durar menos el efecto.
• Metabolismo y actividad física: En aquellas personas con un metabolismo acelerado, que practiquen regularmente un deporte o desempeñen una actividad física intensa, el medicamento es metabolizado de manera más rápida y por ello sus efectos duran menos tiempo.
• Cantidad del medicamento usada: El fabricante recomienda en promedio 20 unidades para tratar la frente, 20 unidades para el entrecejo y 24 unidades para las “patas de gallina” haciendo un total de 64 unidades. Incluso usando una cantidad menor los resultados son extraordinarios pero la duración de los efectos se verá reducida.

Erróneamente muchos pacientes creen que si comienzan a usarlo tendrán que seguir haciéndolo o de lo contrario empeorarán. Para nada, mientras sea usada la toxina botulínica, los efectos del envejecimiento se detendrán en el área tratada, incluso el paciente experimentará un rejuvenecimiento del área luego de 3-4 sesiones. Una vez que se decida no continuar usándolo, el individuo continuará envejeciendo de manera regular, pero por el tiempo que estuvo bajo tratamiento, detuvo este inevitable proceso de la vida.

Este argumento es totalmente falso, el rostro posee treinta músculos que nos permiten desde realizar cualquier tipo de expresión facial hasta masticar los alimentos. Usualmente son tratados sólo 4 de ellos, el músculo frontal responsable de las arrugas de la frente, los músculos prócerus y glabellar responsables de las arrugas del entrecejo y por último la porción lateral del orbicular para tratar las “patas de gallina”. Si el paciente no lo dice o es examinado por un especialista sería casi imposible afirmar que ha sido tratado con la toxina botulínica. Los rostros, en muchas ocasiones “desfigurados”, de personalidades famosas o estrellas de Hollywood han sido el resultado de tratamientos más invasivos como cirugías.

La medicina antienvejecimiento es el presente y el futuro de la medicina tradicional y empieza a cobrar cada vez más importancia a nivel mundial. El principal objetivo es retardar el envejecimiento corporal, incrementar la longevidad del paciente y aumentar su calidad de vida.

El ácido hialurónico es un componente presente de forma natural en nuestras articulaciones, cartílagos y piel. Dependiendo de la zona en la que lo encontramos cumple distintas funciones:

En las articulaciones ayuda a evitar que se produzcan fricciones dolorosas. En los cartílagos funciona como reconstituyente. En la piel actúa como agente hidratante y de soporte para que se mantenga joven.

Gracias a su gran capacidad para atraer y retener moléculas de agua, el ácido hialurónico es un componente clave para el buen funcionamiento de la piel y de muchos de nuestros tejidos.

A medida que envejecemos, la producción natural de ácido hialurónico disminuye sobre todo después de los 30 años. De hecho, hay que señalar que a la edad de 50 años en el organismo sólo queda la mitad del ácido hialurónico corporal. Con el paso del tiempo, la piel pierde hidratación, elasticidad, firmeza y su capa más externa se adelgaza.

Hay fundamentalmente dos tipos:

• Reticulado: se presenta en forma de gel (densa), lo que permite que mantenga la estabilidad durante más tiempo (6 a 9 meses).
• No reticulado: es líquido y conserva su estabilidad durante menos tiempo (aproximadamente 3 meses).

La pérdida de volumen facial puede causar problemas, como flacidez de la piel y arrugas. Algunas personas son propensas a perder volumen debido a la genética, mientras que otras se ven afectadas por factores ambientales, como fumar y la exposición al sol. Otras personas simplemente envejecen más rápido que otras. Por eso es importante seguir cuidando bien la piel después de recibir rellenos dérmicos.

Los rellenos dérmicos pueden abordar y mejorar una serie de preocupaciones que incluyen:

• Pliegues faciales
• Pliegues y arrugas
• Mejillas hundidas
• Labios finos
• Mandíbula débil

• Protege y lubrica tus labios con un protector labial
• Aplicar hielo las primeras 72 horas
• Tome acetaminophen si dolor
• Evita el alcohol, aspirina, antiinflamatorios o anticoagulantes una semana antes y otra después del procedimiento
• Evita dormir boca abajo
• Masajearlos de la forma indicada por el especialista 24 horas después
• Evita el ejercicio físico o actividad intensa por hasta una semana
• Evita saunas, tanning beds, hidromasajes, exfoliantes, alimentos o bebidas calientes, etcétera
• Evita gesticular en exceso por unos días
• Acude a una cita de seguimiento 3-4 semanas después